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Ayote, Calabaza, Cucurbita 03

 Polinización

La calabaza es una planta monoica, es decir que tiene en la misma planta flores masculinas y femeninas en diferentes lugares.

La calabaza puede ser autofecundada: una flor hembra puede ser fecundada por el polen procedente de una flor macho de la misma planta. Sin embargo, las fecundaciones cruzadas son predominantes: la flor hembra es fertilizada por el polen procedente de las plantas diferentes de la misma variedad o de otra variedad.

Las abejas son el vector principal de estas polinizaciones cruzadas. En función de las regiones y de los entornos, la distancia de aislamiento aconsejada entre dos variedades de calabazas varía de 500 metros a 1 kilómetro y a veces incluso más.

Las flores masculinas son fácilmente reconocibles porque aparecen por encima del follaje al final de los tallos largos. Las flores hembra son también fácilmente reconocibles porque en su base se encuentra el fruto futuro, de hecho el ovario, que posee ya una forma muy definida. El tamaño de este ovario puede ser muy grande: así, alcanza a veces 15 cm. de longitud en la variedad Tromba de Albenga.

Cuando la flor hembra es fecundada, el fruto se desarrolla. Cuando la flor hembra no es fecundada, el fruto se marchita.

La segunda técnica es la de la polinización manual. Ésta consiste en ligar, por la tarde, las flores masculinas y hembras que van a florecer a la mañana del día siguiente.


En una planta de calabaza, las flores masculinas aparecen mucho antes que las flores hembras y son mucho más numerosas que éstas últimas. Podemos observar también que durante periodos de muy alta temperatura, las flores masculinas son predominantes.

Las flores masculinas poseen polen y néctar y las flores hembra sólo poseen néctar.

Tienen una vida muy corta: florecen antes del alba y se cierran definitivamente a mitad de la mañana.

Es esencial tomar conciencia de que las polinizaciones cruzadas no pueden manifestarse sino dentro de la misma especie. No hay fecundaciones cruzadas y por consiguiente hibridaciones naturales posibles entre las diferentes especies de Cucurbita a excepción de una probabilidad muy reducida en la Cucurbita argyrosperma.

De hecho, los botanistas americanos percibieron que Cucurbita argyrosperma se caracterizaba por niveles diferentes de compatibilidad y por consiguiente de hibridación potencial:

- el grado más alto de compatibilidad se manifiesta con Cucurbita moschata.

- un menor grado de compatibilidad se manifiesta con variedades y poblaciones salvajes de Cucurbita pepo así como algunas variedades de Cucurbita maxima y formas de Cucurbita foetidissima.

- un grado incluso menor de compatibilidad aparece con las especies salvajes como Cucurbita lundelliana, Cucurbita martinezii, Cucurbita pedatifolia y Cucurbita digitata.


Por la mañana, se recolectan las flores masculinas, se liberan de su ligadura y se arrancan sus pétalos.


Para resumir, las hibridaciones son principalmente hibridaciones inter-varietales (dentro de cada especie) y no hay hibridaciones entre Cucurbita pepo, Cucurbita maxima, Cucurbita moschata y Cucurbita ficifolia.

La única especie que puede hibridarse con las tres primeras de estas cuatro especies es Cucurbita argyrosperma. Es necesario subrayar que la especie Cucurbita argyrosperma es, sin embargo, poco conocida y poco cultivada en los jardines de zonas templadas.

Así, un jardinero puede producir sus semillas de calabaza en su jardín (si este último se aísla de forma apropiada del jardín más cercano produciendo otras calabazas) a condición de cultivar sólo una variedad por especie: por ejemplo, un calabacín (Cucurbita pepo) una calabaza potimarrón (Cucurbita maxima), una calabaza butternut (Cucurbita moschata), una chilacayote (también llamado chiverre) (Cucurbita ficifolia).

Se aconseja no cultivar variedades de Cucurbita argyrosperma, cerca de variedades de Cucurbita Pepo, Cucurbita maxima y Cucurbita moschata, cuando uno desea producir sus propias semillas. Por otro lado, uno puede producir muy bien semillas de Cucurbita argyrosperma y Cucurbita ficifolia en el mismo jardín ya que no existe ningún riesgo de hibridación entre estas dos especies.

El jardinero no puede producir, por lo menos en polinización abierta, semillas de calabacín verde cuando hay en el mismo jardín otra variedad de Cucurbita pepo, por ejemplo una variedad de calabacín amarillo.

En efecto, las abejas van a hibridar estas dos variedades de Cucurbita pepo y la hibridación no se manifestará sino el segundo año, cuando las semillas provenientes de esas dos variedades de calabacines empiecen a ser cultivadas.

Es importante entender que la hibridación tiene lugar en el verdadero fruto que es la semilla. Lo que nosotros comemos, es la pulpa del falso fruto que es en realidad un ensanchamiento del ovario. Los óvulos han sido fecundados por el polen transmitido de la flor masculina a la flor hembra. Cada óvulo fecundado se volvió una semilla.

La polinización se efectúa untando el polen de las flores masculinas sobre cada parte del estigma de la flor hembra.


Cuando el óvulo de una variedad es fecundado por el polen que emana de otra variedad (de la misma especie), genera una semilla cuyas potencialidades son muy diferentes.

Ahora vamos a evocar las técnicas de “polinización controlada” permitiéndole a un jardinero producir semillas de varias variedades de las mismas especies en el mismo jardín sin tener en cuenta las distancias de aislamiento.

La primera técnica simplemente consiste en cultivar bajo la protección de un velo todas las plantas de la misma variedad. Uno puede así confeccionar un mini-túnel con arcos recubiertos de un tejido de tul o fina malla metálica. La única contingencia real de esta técnica es la necesidad de introducir insectos polinizadores porque sin ellos, las plantas no podrán ser fecundadas.

Panales de abejorros son comercializados por sociedades especializadas pero representan un cierto costo, evidentemente. Este costo puede ser compartido por dos o tres jardineros con tal de que un mini-túnel sea visitado cada dos o tres días por insectos polinizadores. Los abejorros entran en el panal durante la noche y de este modo pueden ser transportados a otro sitio.

También podemos optimizar el uso de estos panales (normalmente destinados a polinizar en superficies grandes y durante varias semanas) creando un túnel bastante largo que pueda acoger una variedad de cada una de las especies de Cucurbita con una variedad de pepino, una variedad de melón, una variedad de sandía, una variedad, de berenjena, una variedad de okra. Todas las semillas producidas serán varietalmente puras.

Cuando la polinización se efectúa correctamente, es necesario cerrar de nuevo cuidadosamente la flor hembra rodeándola delicadamente de cinta adhesiva.


La segunda técnica es la de la polinización manual. Ésta consiste en ligar, por la tarde, las flores masculinas y hembras que van a florecer a la mañana del día siguiente. Con un poco de experiencia, es muy fácil reconocerlas porque los capullos adquieren un color amarillo característico. A veces incluso las flores de ciertas variedades tienen la extremidad de sus pétalos ligeramente orlados, en la tarde del día antes de su floración. La ligadura se hace en la extremidad de la flor. Nosotros usamos simplemente cinta adhesiva de la que se utiliza para proteger los bordes de los marcos en los trabajos de pintura. Se aconseja ligar por lo menos dos flores masculinas para cada flor hembra a polinizar.

En jardines que contengan un número muy grande de calabaceras, es práctico marcar las flores hembra por medio de una clavija coloreada, con un trozo de cinta adhesiva pegada sobre la hoja situada por encima, o de cualquier otra manera que permita encontrarlas fácilmente al día siguiente. También es preferible recorrer el jardín al día siguiente según el mismo recorrido utilizado la víspera y según las mismas direcciones, por ejemplo de este a oeste.

Las flores hembras ligadas son de hecho más fáciles de reconocer cuando la dirección del curso de trabajo es la misma, debido a la orientación natural de las hojas.

Por la mañana, se recolectan las flores masculinas, se liberan de su ligadura y se arrancan sus pétalos. Se quita delicadamente la cinta adhesiva de la flor hembra. Si una o la otra flor, una vez liberadas de la ligadura, no se abren completamente y naturalmente, es que no está “madura”: por lo tanto no podemos utilizarla para el proceso de polinización manual.

La polinización se efectúa untando el polen de las flores masculinas sobre cada parte del estigma de la flor hembra. Hay que estar muy alerta, porque a veces aterriza de pronto una abeja en medio del proceso de fertilización. Este último debe ser entonces abandonado por causa de la intrusión de polen extranjero.

Cuando la polinización se efectúa correctamente, es necesario cerrar de nuevo cuidadosamente la flor hembra rodeándola delicadamente de cinta adhesiva.

No hay que olvidar fijar enseguida, con un cordel hortícola alrededor del pedúnculo de la flor polinizada a fin de poder reconocer fácilmente, al final de la temporada los frutos que habrán sido polinizados a mano. El lazo debe estar bastante suelto, para permitir al pedúnculo engordar sin problemas.

Es aconsejable efectuar esta polinización manual lo más pronto posible. En efecto, las polinizaciones manuales efectuadas al final de la mañana en época cálida, tienen pocas probabilidades de ser coronadas de éxito, debido a que el polen se habrá calentado y fermentado y no será ya viable. No hay que olvidar que, abandonadas a sí mismas, las flores se vuelven a cerrar a media mañana.

Antes de hacer la polinización manual, es necesario tener cuidado de que las flores ligadas no estén agujereadas en la base: sucede en efecto que ciertos insectos, tales como los grandes abejorros, se abren un pasaje a la fuerza. Esta intrusión también puede aparecer después que la polinización se haya hecho y es sabio verificar al día siguiente que las flores polinizadas la víspera hayan guardado su integridad. Este tipo de intrusión queda no obstante como una excepción.

En la medida de lo posible, es necesario evitar polinizar una flor hembra con una flor masculina recolectada en la misma planta.

Las polinizaciones manuales tendrán más éxito cuando se hagan al comienzo de la fase de fructificación. Cuando un fruto ya se formó naturalmente (es decir por polinización de insecto) en una planta destinada a ser polinizada manualmente, se aconseja recolectar ese fruto para que el fruto polinizado manualmente pueda beneficiarse de todo el vigor de la planta. De la misma manera, el número de frutos polinizados por planta será determinado por la duración de la estación normal de crecimiento, por el nivel de calor del verano y por las características de la variedad.

Así, podemos polinizar un solo fruto de una variedad de “calabaza gigante”, dos frutos de una variedad de “potimarrón”, tres frutos de una variedad de “patisson” (bonetera o escalopín) y una decena de frutos de una variedad de “pomme d’or”.

Hemos podido constatar que ciertas variedades de calabazas parecían más recalcitrantes que otras a la polinización manual. Es el caso por ejemplo, de la variedad “Potiron vert olive”. Queda sin embargo, por demostrar que esta dificultad sea intrínseca a la variedad y no una consecuencia de cierta inadaptación de la mencionada variedad a un entorno determinado.

Cuando a principio de temporada, deseamos practicar polinizaciones manuales en las calabazas, es necesario tener cuidado de que el espacio entre las variedades sea ampliamente suficiente para que los tallos no se mezclen y que las flores (en particular las flores masculinas) sean fácilmente observables para cada variedad.

Para una producción de semillas que beneficie de una buena diversidad genética, lo ideal es cultivar un mínimo de 6 plantas de cada variedad. Lo ideal es cultivar una docena o aún mejor, una veintena si el espacio en el jardín lo permite.

A la apertura del fruto, se extraen las semillas a mano y se pueden lavar

quitando la pulpa.


Producción de semillas

En el momento de la cosecha de los frutos, se aconseja esperar el tiempo máximo posible antes de abrirlos para extraer las semillas. De hecho, éstas continúan formándose en el interior del fruto: cuando uno espera un mes, o más, la calidad y la viabilidad de las semillas son mejores.

A la apertura del fruto, se extraen las semillas a mano y se pueden lavar quitando la pulpa. Después se ponen a secar sobre un pequeño tamiz en un lugar seco y ventilado.

Las semillas de calabazas tardan en secarse completamente un cierto número de días. Un ventilador puede acelerar en gran medida el proceso. Las semillas están completamente secas si se rompen al intentar doblarlas. No aconsejamos en absoluto secarlas sobre un papel porque entonces no podremos despegarlas.

Las semillas de calabazas tienen una duración germinativa promedio de 6 años. Éstas pueden, sin embargo, conservar una facultad germinativa hasta los 10 años y más.

Las diversas variedades de Cucurbita pepo contienen, por kilogramo, de 5 000 semillas a 20 000 semillas.

Las diversas variedades de Cucurbita maxima contienen, por kilogramo, de 2 500 semillas a 5 500 semillas.

Las diversas variedades de Cucurbita moschata contienen, por kilogramo, de 5 200 semillas a 12 000 semillas.


Después se ponen a secar sobre un pequeño tamiz en un lugar seco y ventilado.



"Hubbard Bleu". Cucurbita maxima



Creación varietal

Aunque las calabazas son plantas fundamentalmente alógamas, parece, sin embargo, que se han ajustado a las condiciones de autofecundación.

Ciertos autores en América subrayan diferentes razones. La primera es el desarrollo bastante extendido de las Cucurbitas, lo que ocasiona a menudo una fecundación de las flores hembras de una planta por el polen emanado de las flores masculinas de la misma planta. La segunda es la práctica muy actual entre los Amerindios de mezclar en el jardín las plantas de maíz, calabazas y frijoles, instaurando así, cierta distancia entre las plantas de la misma variedad.

Sea como fuere, la autofecundación ha sido usada normalmente por los obtentores para crear nuevas variedades y no parece ser que las Cucurbitas sean demasiado sensibles a lo que llamamos la “depresión genética”.

En función de esto, es por consiguiente muy fácil para un jardinero jugar a crear sus propias variedades cruzando dos variedades de la misma especie.


La técnica es similar a la empleada para la polinización manual, con la diferencia de que las flores masculinas provienen de plantas de una variedad diferente. Así, la víspera por la tarde, podemos ligar flores hembras de Golden Delicious (en forma de corazón) y flores masculinas de la variedad Marina di Chioggia (que son dos Cucurbita maxima). Al día siguiente, la fecundación se efectúa como ya hemos explicado previamente. No hay que olvidar, por supuesto, adherir una etiqueta al pedúnculo especificando los nombres de la variedad “receptora” y de la variedad “masculina”. Las semillas se cosechan en otoño y se siembran el año siguiente.

Cuando el cruce se ha llevado a cabo con variedades muy “purificadas” (lo que es a menudo el caso de variedades muy modernas), esto va a generar plantas de primera generación que van a ser relativamente similares y no es necesario cultivar un gran número de ellas.

Este no es, por otro lado, el caso cuando las variedades usadas para el cruce son variedades criollas con rasgos relativamente variables. El cruce va a generar entonces, plantas de primera generación menos parecidas y podemos cultivar un mayor número que en el caso anterior.

Las plantas de esta primera generación deberán ser sistemáticamente autofecundadas. Esto significa que las flores hembras de cada planta son polinizadas manualmente con flores masculinas provenientes de la misma planta. El jardinero va a seleccionar frutos en función de criterios tales como, por ejemplo, la obtención de un corazón color bronce y epidermis verrugosa. Él sólo va a cosechar las semillas del o de los frutos seleccionados.

Estas semillas se siembran al año siguiente y las plantas que ellas van a producir estarán todas autofecundadas. El jardinero de nuevo sólo selecciona el o los frutos en forma de corazón-color bronce y verrugosos. Este proceso va a ser repetido durante varios años hasta que todos los frutos conseguidos tengan las características seleccionadas a partir de la primera generación.

La variedad es, por así decir, “fijada”. Sin embargo, es muy probable que de vez en cuando aparezcan frutos “atípicos”, a causa de la presencia de los genes calificados como “recesivos”.

Una nueva variedad también puede ser creada cuando se descubre en el jardín una calabaza que no corresponde en absoluto a la variedad sembrada. Podemos llamarlo mutación o un regalo de los ángeles. Si el jardinero aprecia el color o la forma o el sabor o la gran precocidad del fruto atípico, éste puede utilizarse como base de un proceso de selección y de autofecundación para obtener, después de algunos años, una variedad fijada, produciendo sólo frutos similares al fruto descubierto en el jardín.


Erosión genética

El catálogo oficial francés de 1995 presentaba 54 variedades de calabacines, de las cuales son 46 variedades híbridas F1, o sea, un 84%.

El catálogo oficial de 2004, presenta 115 variedades de calabacín, de las cuales 106 son variedades híbridas F1, o sea  un 92%. Quedan entonces solamente 9 variedades no híbridas, de las cuales 7 son antiguas, y una en proceso de eliminación.  De las 46 variedades híbridas F1 inscritas en 1995, 18 variedades han desaparecido del catálogo 2004, lo que significa que de las 106 variedades híbridas F1 del último catálogo, 78 variedades tienen menos de 10 años de existencia.

El Seed Savers Exchange en los EEUU no tiene una cifra precisa sobre la erosión genética de los calabacines, pues ha resaltado la totalidad de la especie Cucurbita pepo. Para ésta última, de las 128 variedades no híbridas presentadas en 1981, en los catálogos de semillas, sólo quedan en 2004, 72 variedades, es decir, una pérdida de 44%.

Por otra parte, hemos analizado en el catálogo oficial francés de 2004, la lista de obtentores y responsables de calabacines y sobre todo lo que se oculta detrás.

Limagrain posee, entre otras, las compañías semilleras siguientes: Clause-Tézier, Vilmorin, Harris Moran, Ferry Morse, Hazera Genetics.

Monsanto posee entre otras, Seminis y por lo tanto, Asgrow Seeds, Bruinsma, Royal Sluis, Peto Seeds.

Syngenta posee entre otras, Sluis and Groot.

De las 106 variedades híbridas F1 de calabacines, 88 variedades (es decir, 83%) son de hecho la propiedad de sólo 3 multinacionales: Limagrain (62 variedades), Monsanto (17 variedades) y Syngenta (9 variedades).

La edición 1925 del catálogo Vilmorin, describe alrededor de 30 Cucurbita maxima, algunas Cucurbita moschata y una veintena de Cucurbita pepo.

He aquí los resultados del estudio de Seed Savers Exchange de los Estados Unidos.

Para Cucurbita pepo, de las 128 variedades no híbridas presentadas en 1981 en los catálogos de semillas, no quedan en 2004 más que 72 variedades, es decir, una pérdida del 44%.

Para Cucurbita maxima, de las 82 variedades no híbridas presentadas en 1981 en los catálogos de semillas, quedan únicamente en 2004, 56 variedades, una pérdida de 32%.

Para Cucurbita moschata, de las 28 variedades no híbridas presentadas en 1981 en los catálogos de semillas, resta en 2004 únicamente 15 variedades, es decir, una pérdida del 46%.

En la colección nacional del NSSL (Banco de semillas) de Fort Collins en los Estados Unidos, había 341 variedades de calabaza en 1903 y solamente 40 variedades en 1983, lo que representa una erosión genética del 88,3%.

En Francia, la gran mayoría de variedades distribuidas comercialmente están fuera del catálogo oficial, lo que de todas maneras no nos molesta. De hecho, el catálogo sólo reconoce como Cucurbita pepo los calabacines y como Cucurbita maxima, algunas variedades de calabazas.

Esto quiere decir que desde hace muchos años, todas las variedades híbridas F1, de Cucurbita pepo, (salvo los calabacines) y de Cucurbita maxima se venden en los catálogos profesionales ¡en total clandestinidad! Bienvenidos al club de la desobediencia civil semillera.

La lista para las variedades amateurs que entró en vigor a partir de enero de 2000 sigue clasificando las Cucurbita pepo en la rúbrica calabacín. Perdemos nuestro latín.

Con respecto a las calabazas moscadas (entre ellas la Moscada de Provenza), éstas podían ser comercializadas tranquilamente, puesto que la rúbrica Cucurbita moschata, no existía en el catálogo oficial.

Y así, ciertos semilleros han insistido y ahora esta especia está inventariada en la lista de variedades que se llaman de utilización (muy estrictamente) amateur.

Esto no impide, por supuesto, que todos los hortelanos profesionales (por ende, no amateurs) sigan cultivándola y comercializándola en todos los mercados, lo cual nos alegra.

Las primeras variedades híbridas F1, han sido creadas a mediados del siglo pasado. Los japoneses han creado especialmente variedades interespecíficas entre Cucurbita maxima y Cucurbita moschata.

Ciertos híbridos F1 modernos están tan desnaturalizados que olvidan producir flores macho. Los agricultores se obligados a veces, a pulverizar hormonas de crecimiento que promuevan el desarrollo partenocárpico de los frutos.

A este ritmo de desnaturalización, quizás haya que crear en el futuro, una nueva sección agronómica (si es que hay un futuro para la agronomía moderna): psicoanálisis grupal de las almas de plantas alimentarias, para reparar los daños colaterales inducidos por una pérdida de identidad.


¡OGM: Peligros!

En 1995, Asgrow (después comprado por Seminis, que fue comprado después por Monsanto) obtuvo la autorización en EE.UU. de comercializar una variedad transgénica de calabaza resistente al virus de la mosaica de la sandía y al virus de la mosaica del calabacín.

A partir de 1993, Asgrow, Seminis et Peto Seeds cultivaron calabacines transgénicos en México. Además, Seminis cultivó calabacines transgénicos en España en 1997.

En 1999, 11 hectáreas de calabacín transgénico fueron cultivados en México por SVS Mexicana en la región de La Paz y San Quintín. También, en 1999, Seminis ya había creado ciertos números de calabacines transgénicos en EE.UU. y en Canadá.

En el plano semántico, nos vemos confrontados a un doble delirio. Asgrow llamó a sus variedades transgénicas de calabacín: Independence II, Declaration II, Prelude II, Destiny III, Freedom III, Liberator III. Otra de sus variedades de calabacín no transgénico se llama ¡General Patton!

Quizás se trata de premoniciones de una guerra contra un enemigo imaginario, o de un formateo cerebral deliberado…

Traducción de Mayra Marin y de François Aymonier